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El austríaco Felix Baumgartner saltará de una cápsula desde la estratosfera. Planea caer en picada durante cinco minutos y medio para alcanzar los 1.100 kilómetros por hora.

Se demora el salto del austríaco que busca romper la barrera del sonido

 Los vientos superan la velocidad necesaria para que el globo aerostático lleve la cápsula espacial hasta la estratósfera. Desde allí, Felix Baumgartner saltará al vacío. Intentará superar los 1.100 km/h.

09/10/12 - 10:33

El viento le juega una mala pasada a Felix Baumgartner. En la ciudad de Roswell, EE.UU., ya está todo listo para que el austríaco intente la hazaña de romper la barrera del sonido sin propulsión mecánica. Lo único que falta es que las condiciones climáticas mejoren, ya que el viento supera la velocidad máxima necesaria para que el globo aerostático pueda elevar la cápsula espacial hasta la estratósfera.

El inicio de la misión estaba previsto para las 9 (hora argentina), pero -debido al viento que se registra en el lugar- está demorada hasta nuevo aviso.

Baumgartner, de 43 años, subirá dentro de una cápsula espacial hasta la estratósfera. Lo hará impulsado por el globo aerostático más grande de la historia: de 102 metros de altura y 129 de diámetro. Este globo es tan grande como frágil: está hecho de un plástico tan delgado que necesita que el viento sea inferior a los 3 km/h.

Una vez que la cápsula alcance los 36.576 metros de altura, Baumgartner saltará al vacío. En su descenso intentará superar los 1.100 km/h, una velocidad que nadie logró hasta ahora y que, por cierto, tampoco se sabe qué efectos podría generar en su cuerpo.

La misión –llamada Red Bull Stratos– tiene un antecedente directo. En 1960 el coronel estadounidense Joe Kittinger completó una caída libre desde 31.333 metros y alcanzó los 988 km/h. Hubo varios intentos por batir su récord, pero nadie lo logró. Hoy, con 81 años, el legendario Kittinger asesora al equipo de Baumgartner.

Baumgartner es un deportista extremo con 25 años de experiencia. Hizo más de 2.500 saltos y su singular costumbre es usar como base sitios icónicos como por ejemplo las Torres Petronas o el Cristo Redentor.